Humo y fuego
Vi que de tus labios
salían humo y fuego,
dibujando serpientes en el aire,
de cuyos colmillos afilados
desprendían gotas de veneno.
Para mí, tú contienes ambas cosas
pues las dos causan respeto.
El fuego de tus labios
sirve para acallar las críticas
de los envidiosos
que envidian tus esencias místicas.
Los relojes se paran
en el momento de abrir tus ojos,
profundos como lagos,
tan profundos, que nadie puede
alcanzarlos con sus brazos.
Nadie puede tocar tu fondo
porque en realidad,
son todos unos cobardes
a los que les da miedo tu veneno.
Nadie osa a tocarte
como tampoco nadie logrará
sentir los latidos de tu corazón,
pues les sobrecoge el miedo,
miedo de conseguir tu amor.
Tu cometido es arrasar
con los amores furtivos,
yo, nunca vi a otra mujer igual,
tan maravillosa como lo eres tú,
pues el fuego de tus labios
invitan a besar
para encontrar el agradable efecto del calor,
Y yo...¡tengo frío...! ¡Mucho frío...!
Abrázame con tus lagos profundos
para volar hasta el cielo,
sólo tú y yo podemos hacerlo.
Sólo hay que avanzar...
para conquistar la eternidad.
Avanzar para seguir mirándonos,
para extinguir el frío de mi cuerpo.
Sin darme cuenta te encontré,
y dándome cuenta estoy en el tajo,
pues desde hace mucho tiempo
que a una mujer como tú iba buscando.
Baila conmigo,
desparrama en mi cuerpo
el fuego de tus labios.
Ya no hay vuelta atrás,
tú para mí serás,
y yo, te enseñaré lo que es amar.
¡Sí...! ¡Sí...!
Acércate que me quiero calentar
con llamas de eternidad.
Págame con dulce fuego,
pues fuego es lo que necesito
para calentar mi frío cuerpo.
Por eso, pido que ahora bailes conmigo,
como dos sombras ardientes que se juntan
para practicar un baile eterno.
¡!Eterno...! ¡Eterno...!
donde sólo prevalecerá
el dulce fuego de tus besos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario