Tsunami de un poema de amor
I
La verdad, es como el verso libre,
El lienzo pintado con flores amarillas;
Mientras que la mentira, es el hierro candente
Y la sangre de mármol
Tras arponear el aguijón de sus obuses,
Destruyendo la enredadera
Que trepa hasta la ventana,
Donde el sexo se escondió tras la luna,
Cuya sombra, afila el corazón de la noche.
Puede ocurrir que la noche pueda morir cien veces
Sin que nadie repare en pagar su rescate;
Pero el poema está por encima de la lógica,
Y bajo su alfombra de ilusión,
Se encuentra la insumisión calcárea
Llegando al despeñadero donde la voz se
precipita,
Intentando quizá buscar la eternidad
Acribillando el cielo con sus saetas voraces
En el tiempo que dura un inspirado poema.
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