La
balada del crepúsculo
I
Recuerdo la balada del crepúsculo
Cuando fugitiva mi alma volaba hasta el jardín;
Mientras las mariposas libaban las estrellas
Que ante mis ojos mostraban su ternura.
Más el tirano olvido forjó mi historia
Cuajada de florecillas azules con estambres
amarillos
Encarnando a la aurora con su brisa juvenil.
Mi inocencia se esfumó con la miel del crepúsculo
Pasando a ser la cenicienta del ovalado vientre de la
noche.
Al manzano, llegó sin darse cuenta su crepúsculo,
Y esa pesadumbre glacial, cegó el impío reflejo
De las auroras del ayer lejano del laurel,
Desangrando el cielo con sus vapores rosas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario