Cuando yo no existía
I
Cuando todo mi existir era ocupado por la nada,
Con un destino errático, por no decir sin vuelo,
Mi alma extracorpórea flotaba en un nimbo oscuro;
Y observando las galaxias palidecía de vértigo;
Pero por suerte… apareciste tú,
Y la nube de incomprensión y sin gracia
Se tornó en arrebol de dulzura infinita.
Si hubiese tenido a un Dios Poderoso
Te lo hubiese entregado como amuleto;
Creí que mi corazón estaba en un coma profundo
Pues dejó de latir el mismo día que te vi.
No hay comentarios:
Publicar un comentario