viernes, 21 de enero de 2022

El más altivo y frondoso árbol II

 

El más altivo y frondoso árbol

II

 


Mi corazón anárquico

Busca la fugitiva estrella que ilumina la noche;

La tierra áspera da vida a un cuerpo

 Crucificado en sus tinieblas teológicas.

Mas que poeta... soy el bufón que se ríe de sí mismo

Siguiendo al pie de la letra

Los dictados de la rosa perpetua.

Mi alma está fría, desangelada,

Como un tiesto al que su flor secó;

Y dentro de mí palidez, profunda cual océano,

Sólo las lágrimas encienden una leve pasión,

Mientras que los átomos del viento

Suspiran por un amor eclipsado

Por los fanales del alma.

La perla negra brilla en la noche

Sin que nadie a mí alrededor perciba sus fulgores;

El cielo se envenena con la soledad de mis ojos,

Llenándolos de incógnitas y lamentos turbadores;

La ansiedad quema los recuerdos

De los setenta árboles que  nunca dieron fruto.

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