jueves, 6 de enero de 2022

De niña, jugabas con muñecas

 

De niña,  jugabas con muñecas

 

Sé que perdiste tu inocencia

Cuando un día, de repente,

Dejaste de jugar con tus muñecas.

Sé que perdiste la ternura

Pues te embriagó la locura

De ser sólo una mujer

De forma rápida e  inoportuna.

La pasión te embriagó con sus valses;

¿Acaso querías fortuna?

Y tu inocencia se fue

Un fogoso  atardecer,

Escribiendo así una página

Que nadie  habrá de leer.

Llorando está tu muñeco

El que tanto acariciabas,

Al que con mimo cuidabas

Hasta creerlo dormido con tus susurros;

Cuando él…. Vivía si tú vivías,

Su corazón era el tuyo;

Respiraba con tu aliento

Y ahora… está el muñequito cojo,

Totalmente despeinado...

Pues al perder tu inocencia

Perdió también tus cuidados.

¿Cómo será el otro nene?

¿Es travieso y lloricón?

De serlo, sería al contrario

  Del muñeco que acunabas.

No hablaba, no reía, no lloraba…

Hacía lo que tú querías,

Hacía lo que tú pensabas,

Aunque en realidad…

Era tu mente la que soñaba.

Pero al perder la inocencia

Te convertiste en madrastra,

Quizá, algo tirana para ti misma.


Dejaste de ser la niña

Que en nada peca,

El día que dejaste

De jugar con tus muñecas.

Quizá, de anciana te vuelvas niña,

Seas cariñosa y acunes muñecos;

 Una sola cosa clara tengo:

Que el día que esto ocurra

Tendrás el billete pagado

Para viajar por la autopista del  cielo.


 

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario