Me
recuerdo de niño
Me recuerdo de niño,
Frigorífico donde todo se conserva
mejor;
Con esos recuerdos puedo hacer de
todo,
Excepto hacerlos desaparecer.
Mi madre, hacía de maga,
Proponía que merendase un trozo de
pan
Del que arrancaba un trozo más pequeño,
Haciéndome ver que,
Aquel trozo desprendido del trozo más grande,
Era la porción de queso, o la
jícara de chocolate,
Pensando que con aquella acción
engañosa
Ayudaría a ser más suculento aquel
festín.
Yo, no me lo creía;
Pero era un niño con la imaginación
más grande
Que el hambre que arrastraba.
Pese a las privaciones, vivía mi
vida,
Y cualquier mañana,
Era una ventana donde tenía la
oportunidad
De observar a las mariposas blancas
Cuando acudían a libar los
geranios,
Flores pobres; pero de fresca fragancia.
Mientras los hombres,
Marchaban al campo o a los los talleres.
Ellos, eran el espejo de una página
en blanco
Que yo, debería escribir;
Aunque fuese a costa de los dioses,
el polvo o el humo.
Para después, ser transportados por
el viento
A los callejones estrechos del
pueblo,
En cuyas tabernas, emborrachadas de
sombras,
Los hombres curtidos por el viento y el sol,
Aliviaban sus fatigas
Con unos cuantos vasos de vino.
Hombres que bebían más por hábito,
Que por convicción,
Dado que las semanas,
No distinguían los domingos de los
lunes.
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