sábado, 4 de mayo de 2019

Reflexiones consigo mismo


Reflexiones consigo mismo

 

-1-

 

-¿Qué hacer ante la indiferencia?

*** Quizá lo único posible;

Dejar correr su agua como hace el río.

-¿Pero qué he hecho mal?

*** Posiblemente todo

Desde el principio.

La gente es como es.

A veces, son como árboles

Cuyo tronco crece recto

Buscando la luz.

Otros en cambio, se tuercen al primer soplo,

Y así quedan, tal si portasen pesada cruz.

-La próxima vez no me daré importancia.

***La importancia la tienen que buscar,

Si te encuentran importante

Ya se interesarán.

Tú, sólo déjalo caer

Y posiblemente,

Como el grano fecundo germinará.

Que no germina por caer sobre piedra

Nuevas primaveras vendrán

Quizá más floridas

Que la que acaba de pasar.

-¿Y quién me dio la espalda?

***Dásela tú también,

De ese modo verán

Cuál fue su proceder.

 

-2-

 


Intenté hacerte feliz

Y ya lo eras.

Me equivoqué.

Si te causé algún daño

¡Por favor, perdóname!

Adiós entonces

Amiga o compañera.

Hasta luego o nunca

Según prefieras.

***¿Y todo esto  por qué?

_¿Cambiarías un lambordini,

De esos que son de impresión,

A cambio de acudir dos minutos tarde a un cumpleaños?

Seguro que dirías que sí,

Tratándose de un lambordini;

¡Pero por cuatro papeles, Bah, que te den!

Inteligencia práctica ¡Sí señor!

Crees haberme engañado

Porque me quedé conforme.

Soy poeta, no un tarado

Aunque lleve ese uniforme.

 

-3-
 

Te vi pánico en los ojos

Y el miedo lo daba yo.

¡Ja! ¡Ja! ¡Qué ironía!

Tener miedo o pánico

A la dulce poesía.

Cerraste muy pronto

Tu estrecho círculo,

Y ya nadie puede entrar.

Un día pedirás socorro

Y nadie a ti acudirá.

Yo al menos no lo haré.

Pues al cerrarme tu puerta

Conseguí abrir  otras diez.

¡A ver si va a resultar

Que sólo posees belleza!

Una flor para adornar

Carente de toda esencia.

Eso podría explicar

Mis rompimientos de cabeza,

Pues por más que me esmeraba

Nunca daba con la tecla.

Ni tú eres una vestal,

Ni tampoco una princesa,

Sino una flor vulgar

Que se está quedando seca.

¡Qué más quisiera yo

Poder decir lo contrario!
 

Más el reloj de arena

Todavía tiene granos,

Luego tiempo queda.

No te cruces de manos,

Y durante un tiempo riega…

¡Riega... tus mustios geranios!

Y verás como reverberan.

 

 

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario