miércoles, 22 de mayo de 2019

La belladona "La flor de la seducción"


La belladona

"La flor de la seducción"

 

Hablar de la belladona, es hablar de seducción, ya que esta planta adventicia, que suele crecer  a ambos lados de los caminos, atrapaba la atención de los niños y las mujeres por su delicada presencia.

El nombre de esta planta no es casualidad, belladona, etimológicamente de la voz latina bella donna (bella mujer) muestra la sensibilidad de los italianos que bautizaron la flor, en el arte de la seducción a la que está muy ligada.

De acuerdo con la tradición celta, el espíritu que habita dentro de la planta de belladona, sólo sale una noche al año, la de Walpurias, cuando se preparan para celebrar el Sabbath con las brujas.

En tierras célticas hay una superstición que vincula a la belladona con una hechicera encantadora a la que es peligroso mirar.

En un remoto lugar, cierto hechicero trató con esta flor a una mujer enferma, provocando un estado de sueño profundo que se prolongó durante varios días. Al despertar la mujer se mostró molesta por haber sido despojada del estado hipnótico, argumentando haber estado en lugares maravillosos, llenos de placeres y lujuria. Al darse a conocer esta experiencia, la iglesia relacionó aquellas visiones como acto del demonio y la consideró una planta herética.
 

Incontables observaciones registradas el siglo pasado muestran que en estado de excitación sexual la pupila se dilata, los encuestados, se habían sentido más atraídos por la mujer cuya sexualidad percibían inconscientemente como más estimulada. De alguna forma, esto lo  habían intuido las mujeres de las cortes italianas de los siglos XVI al XVIII, las cuales antes de los bailes de la nobleza, usaban la atropina de la belladona para dilatar sus pupilas y lucir así más atrayentes para los hombres.
 

Pero más  allá de las alucinaciones y los efectos seductores de la belladona, están los efectos reales de la misma, vinculado a su propiedad más latente, la toxicidad. Según la descripción que Plutarco hace  sobre los efectos producidos en las tropas de Marco Antonio (Esposo de la famosa faraón egipcia Cleopatra) aquellos soldados romanos fueron envenenados con belladona. Con esta misma planta fue también envenenado el emperador Claudio
.

La belladona también es conocida como cereza negra,  hierba de la muerte, tabaco de pared, cereza del diablo o baya de la bruja.

 

 

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