jueves, 9 de mayo de 2019

¡Pobrecita de Isabel!

¡Pobrecita de Isabel!

 
Al repicar las campanas
Se me nubla el sentimiento;
La entierran por la mañana
Y mi corazón va dentro.
 
¿Pobrecita de Isabel!
¡Tan joven! ¡Quién lo diría!
Se fuera con su joyel
A lucirlo en la otra vida.

 
Más nosotros nos quedamos

En este desfiladero;

Toda la vida arrastrando

Al Cristo con su madero.


A coro ya están cantando

Los angelitos del cielo,

Y nosotros sollozando

Vamos regando el sendero.


 

Un sendero ensortijado

De pesar y sufrimiento,

Porque los seres amados

 Se van cuando quiere el viento.

 
 
Después de tanto sufrir
yo me pregunto hasta cuando,
si hasta las nubes del cielo
por su muerte están llorando.
 
¡Acompañarte hoy quisiera

Isabel, tú bien lo sabes!

Pues la sangre de mis venas

Ya parece desbordarse.


 
Pero el billete de ida

No quiere Dios entregarme:

Quizá sea un bala perdida

¡O no he sufrido aún bastante!

***

No hay comentarios:

Publicar un comentario