miércoles, 29 de mayo de 2019

Con un puñal en la espalda


 Con un puñal en la espalda

 


Dices que me vas a dejar

Y me creo tus palabras;

No miraré para atrás,

Más rezaré una plegaria

En el altar de la noche

Donde están las luminarias.

Capitanearán los vientos

La tempestad de mi alma;

Como una estrella fugaz

Que de oro son sus lágrimas.

Muy pronto emprenderé el  viaje,

Quizás a tierras muy lejanas;

Llevando como equipaje

El puñal que hay en mi espalda.

Hay puñales que te hieren

Y  puñales que te matan,

Y  rosas de aguda espina

Que en el corazón se clavan,

Y no puedes desprenderlas

Ni tampoco el olvidarlas.

Mas una vez que esté lejos,

gustaría que recordaras,
 
al menos esos momentos

en que decías que me amabas.

No es tanto lo que he cambiado

para llegar a ese extremo,

en tal caso fui confiado

y de la barca perdí un remo. 

Posiblemente  otro lo encontró

y bien se aprovecho de ello,

el puñal que apuñaló

es la evidencia y su sello.

Ahora todo son lamentos,

 ya bien  poco puedo hacer,

salvo mirar para el cielo

y rogar que a tivalla bien.

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