Te he echado mucho de menos
Te he echado mucho de menos
y nadie ocupó el vacío de tu ausencia,
la oscuridad y las tinieblas
Pero ahora que ya estás aquí
una lucecita prende en mí,
y será cual gigante fanal
que servirá para que mi velero
no vuelva a naufragar.
Guiado por los destellos de tus ojos
que por si no te lo han dicho,
¡¡¡son `preciosos!!!
Y si ya me sonríes
se llenará tu boca
de lilas, de lirios y de alelíes.
Con que poco se conforma
el marino y el poeta,
con un poquito de viento
para que empuje a su goleta.
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