Dando
vueltas al sol
III
Ya he viajado mucho sobre la celeste bóveda
Y todo se evapora como el charco lo hace
Cuando el sol en su linfa se estrella.
¡Ay, cuanto daría por un beso tuyo!
Pero me cerraste la puerta a cal y canto
Y dicha puerta no sólo se cerró con rabia,
Sino que incluso desapareció dicha puerta.
Ahora, por más puertas que aporreo
En ninguna te encuentro.
Las estaciones pasan, y yo,
Sigo moviéndome alrededor del sol
Sin ver el capricho de tu primavera.
Recuerdo nuestro horizonte infantil
Donde paseábamos de la mano
Contando los colores del arco iris.
Hoy me miro al espejo
Y sólo veo un reflejo de inquietudes,
Pues soy incapaz de sostener la vida;
Pero es tanto el amor que aún te tengo que,
Humildemente, pido estrechar nuestras relaciones
Con la profunda ternura de una mujer hermosa
Y un hombre que se deja llevar
Por la corriente de sus sentimientos.
El corazón tengo abierto y espero que tú
Puedas entrar nuevamente en él
Para poder conseguir juntos
Dar unas cuantas vueltas más al sol.
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