Piedra
y fuego
Yo soy el fuego que se expande
Haciendo restallar tu piedra silenciosa;
Mi cuerpo es el rugido de la madera;
Pero tu corazón de piedra me contiene.
Ardo por dentro por la palabra olvidada
Siendo mi fuego retenido por tu piedra;
Por eso, te aconsejo que no te apartes,
Pues algunos fuegos humanos,
Tienen la
mala costumbre de extenderse
Para después quemar las flores,
Quizá, alterando la noble naturaleza.
Mas ruego mantengas mi fuego
Con tus recitales de conquista.
Es suficiente con el calor generado en mi alma,
No me esparzas,
Pues una sola brizna puede causar la hecatombe.
El fuego embriaga las pasiones
Pudiendo malearse y convertir la vida en un cenicero,
No lleno de colillas, sino de sinsabores.
Tus labios son mi volcán
Y mis sueños es la fosforescencia de tu mundo cristalino
Ardiendo en la rosa de mis sentimientos.
La roca impenetrable es extasiada
Por el abismo de tu mágica luz,
De la cual, día tras otro ramoneo
Del divino
relámpago de tu amor.
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