La
urraca
La
urraca, antes de vivir Jesús,
Volaba
de rama en rama;
Su
voz era muy distinta
Filosa
hasta doler de delgada,
Lanzando
a los hombres que mira
Por
el camino de las montañas.
Fue
la única que vio salir al Redentor;
Desde
lo hondo del bosque,
Se
acercó hasta el camino para verlo;
Pero
dio la alarma a sus perseguidores.
Santa
María, llevaba túnica
Y
se la ofreció a cambio de su silencio,
La
Virgen quedó sin su túnica azul
Y
volvió tranquila al pueblo,
La
urraca lo haría a la selva.
Días
después la urraca tornó
Y
recogiendo su voz
Nuevamente
a los judíos alertó.
La
madre de Dios, Santa María.
Gotas
negras de un collar
Ofreció
como comerció;
Y
a la urraca nuevamente le daría
Por
unas gotas de silencio.
Una
semana permaneció muda
Y
lo habría sido definitivamente,
Si
no fuera por las dos plumas
Que
barren la cabeza continuamente.
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