miércoles, 9 de junio de 2021

Imaginé

 

Imaginé

Imaginé que, el prolongado silencio

Era tu manera de cortar conmigo;

Que te invadió una ola de desprecio

Olvidando que lo hacías con un amigo.

Me he puesto a tu altura al no llamarte

Atirantando la cuerda  del sentimiento,

Sabiendo que perdería. Es algo inevitable;

Tú eres el brote más fuerte; yo, el más tierno.

¿Para qué luchar entonces si me has vencido?

Lo natural es ondear la bandera blanca

Aceptando que ganaron tus caprichos;

Soy tu prisionero. Haz lo que venga en gana;

Si quieres que sufra  no  pediré clemencia,

No oír ni verte, es mi cruel tormento;

Pues la ley del amor dictó sentencia

Hincando sus puñales en mí pecho.

He aprendido  a llorar sin lágrimas,

Aunque en realidad, siempre lo he hecho;

Inundado tengo el cofre de mi alma;

Pero no de agua y sal, si no de hiel y ajenjo.

Parecerán crónicas marcianas

Ocurridas en un recóndito planeta;

¡Sabedor es Dios que son humanas!

¡Y que estas cosas suceden en la Tierra!

Deberíamos ser todos unos clones,

Con la misma altura e igual mirada;

Para  mejor  olvidarnos de los amores

Que cuando los  necesitas, dan la espalda.

 

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