domingo, 13 de junio de 2021

Ambición y lujo "rima libre"

 

Ambición y lujo

“Rima libre”

En un mundo deshumanizado,

 Materialista por convicción,

Envuelto en penumbras de pasiones  e intrigas;

Hay que ser un auténtico superviviente

Para poder ir esquivando las acechantes fauces del antojo.

La gran masa quiere lo mismo: 

¡Placer,  lujuria, ambición y  lujo!

Muy extraño es que hoy en día

Todavía no se hayan erguido templos magníficos,

Y deslumbrantes altares donde se adore al becerro de oro;

Porque las praderas que coronan la laureada frente del vicio,

No es otra cosa que la coloreada  celulosa del dinero,

 Con la que se compra hasta  la voluntad;

Dado que tiene el mágico poder de atraer a las almas.

Se pierden las nociones del tiempo y del espacio

Cayendo en la umbrosa noche donde se agitan las guirnaldas

Que adornan las lucecitas del neón de los dioses.

Prostíbulos de boca ancha donde se emborrachan

Con los fulgores etílicos del amarillento metal de falsa ley.


La ley del que más tiene. Ese es el fuerte y el todopoderoso;

Los demás, son simples hormigas obreras esclavizadas

Para satisfacer los caprichos de su reina.

Lloramos como bebés hambrientos

Y  conformamos con oír el áspero sonajero de una billetera.

Las almas gemelas son difíciles de encontrar;

Ante nuestra mirada fogosa, doblan las esquinas

Tras  intuir nuestros renqueantes pasos.

Nunca miran para atrás, ni se deleitan con mirar estrellas;

Tan sólo miran al cielo cuando oyen el siniestro ulular

De las lechuzas planeando. tras  haber saciado su sed

Con el aceite de las trémulas lámparas

De las catedrales góticas del egoísmo más puro.

La angustia recorre las veredas del  silencio

Siguiendo las huellas de otros pasos de lobos

Sin darse cuenta que, en la nieve,

Esas huellas se hacen cada vez más profundas.

La amarillenta aureola de los reyes del mambo

Brilla con fulgores de luna en sus yates de lujo,

Donde la persuasiva orquesta expande sus tañidos de lira,

Y donde los perversos placeres, son amamantados

Por los duros pezones de las muñecas vírgenes.


Arropado por las sedas que entreteje la araña humana

No damos excesiva importancia al amanecer,

Preferimos las noches de zambras gitanas

Donde nuestro espíritu errante

Da vueltas hasta provocar el mareo,

A veces incluso hasta llegar al desmayo.

Pero no importa, otros crepúsculos vendrán

Rodeado por las sombrías corrupciones.

El ángel del dolor se ha estancado en nuestra memoria

De pez globo, cuyas envenenadas espinas

Sacian nuestra suprema avaricia;

Sin darnos cuenta que, a veces,

en  la sencillez se oculta el más valioso de los tesoros.

Pero noche tras noche, nos colocamos el negro antifaz

Con la que intentamos ocultar nuestra ironía,

La cual, engendra el morbo

En  nuestro alocado  corazón de avispa.

Los locuaces gallos, con sus clarines guerreros,

Anuncian nuestro efímero triunfo a bombo y platillo;

Mientras apuramos las últimas caladas del cigarro

Cuyo humo espeso se desvanece en el gris etéreo,

Haciendo enrojecer los ojos y parpadear de júbilo.


Este es en definitiva el drama de la película de nuestra vida,

Sin darnos cuenta que, en realidad, no somos los protagonistas,

Sino actores secundarios que lo único que hacemos es bulto.

Los pomposos vestidos del baile de la cenicienta

Tapan por completo los incómodos zapatos de cristal;

Por eso, aún  hay quien prefiere ir descalzo

Caminando por los prados esmaltados de margaritas;

Conformándose con los zafiros de la pasión

Desprendidos del matinal rocío de las flores.

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