En
un mundo inmaterial
"Rima libre"
Hoy el reloj se ha quedado varado
En lugares ya conocidos por mí en sueños.
Era un extranjero; Pero pese a ello,
era admirado.
Mi automóvil de alta cilindrada
Me había llevado hasta allí;
Más tenía la certera intuición
Que aquel lugar se esfumaría
A penas el
reloj volviese a funcionar.
Era consciente, pues que aquella fantasía
Tenía fecha de caducidad; Y por tanto,
Debería aprovechar ese grato momento.
Las chicas más atractivas, se sentían
por mí atraídas,
Tenía aspecto de galán que ocultaba
los ojos
Con unas gafas de sol que iban a juego con mi oscuro traje.
El dinero no me faltaba y presumía
orgulloso
De aquel estatus que era fuente de
admiración.
El coctel había fraguado en mi
cerebro,
Y yo, era mi autentico yo, con treinta
años,
Cuando el mundo me parecía cercano
Y tan sólo con proponérmelo podía
conquistarlo.
Estaba gozando de una paz espiritual
nunca vivida;
Incluso hasta si lo deseaba podía
volar,
Tan sólo tenía que tomar impulso y
extender los brazos
Y estos, me hacían planear como un
águila
Bajando de la montaña hasta el fresco
valle.
Todo el que veía realizar tal proeza
se quedaba asombrado
Como si yo fuese un dios llegado de alguna
remota galaxia.
Aunque mis deseos eran tan terrenales
Que podría decirse que, vivía y sentía como ellos.
De pronto me encontraba en la plaza de
aquella localidad,
Alguien iba a dar una conferencia al aire libre,
Las sillas estaban dispuestas en perfecto orden
Mientras yo, permanecía de pie con
rostro serio.
Tal si estuviese allí como un
guardaespaldas
Que debería dar seguridad al que iba a
pronunciar el discurso.
La reina de las fiestas zigzagueando entre la gente
Al pasar a mi lado, apoyó ambas manos sobre mi espalda;
Entonces, pude sentir su caluroso afecto
Mientras chocaban nuestras sonrisas.
Yo, sin pronunciar palabra le dije
que:
Allí la seguiría esperando,
Mientras ella, del mismo modo dijo:
enseguida volveré.
La plaza comenzó a llenarse de
personas
Y antes de ocupar sus asientos giraban
la cabeza
Hacia donde yo estaba. Y tras hacerlo,
Se sentaban con la satisfacción
De que se encontraban en buenas manos.
Estaba ejerciendo un papel fuera del
guion,
Como si en un acto reflejo yo fuera el
padre
De todas aquellas criaturas,
Que debía proteger como si fuesen mis propios hijos.
Pese a estar de pie, en ningún momento
Sentí signos de fatiga. E incluso
sentía mi cuerpo tan liviano
Como una pompa de jabón
flotando en el aire.
La reina de las fiestas se acercó a mi
lado
Y al tiempo que me tomaba la mano preguntaba- ¿Te gusta?
-Nada de este mundo lo cambiaría por
este momento- contesté.
-¿Vendrás otro día? –preguntó de manera
ingenua.
-He llegado hasta aquí, sin saber bien
como;
Y si lograse adivinar como lo he
conseguido
Me gustaría repetir esta experiencia.
-Si logras conseguirlo, yo, te estaré
esperando.
-¿Qué hora es? –pregunté.
-Son las ocho- contestó observando una
muñeca
Carente de ningún reloj.
"Ahora, cada vez que miro la hora,
Sólo consigo ver el fulgor de los rubios bellos de su muñeca."
¿Pero donde estuve?
Pienso que estuve en un mundo inmaterial
Oculto en una recóndita galaxia que existe en
mi cerebro.
Alguien podrá decir que esta
experiencia fue un sueño.
A lo que yo le podría contestar que:
Si lo he soñado, es señal inequívoca
De que aún sigo vivo.
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