Si te has metido en un laberinto
Y tu cerebro no acierta a salir,
Llama entonces al amigo
Que siempre cuidó de ti.
Él ya estuvo muchas veces
En situaciones así,
Sufriendo amargos reveses
En su longevo existir.
Todas pruebas se superan
Si es ardiente el frenesí,
Alcanzando las estrellas
Que querías para sí.
Extiendo mi mano generosa
Para que dejes de sufrir,
Hallando la luz preciosa
Que ha de guiarte hasta el fin.
Es mucho lo que tú vales,
Por tanto, debes seguir,
Para que las malas lenguas callen
O te dejen de escupir.
Quien escupe contra el cielo
Saliva le ha de caer;
Nadie en la vida es perfecto
Quien lo diga, ya no lo es.
Quisiera ser arquitecto
Del templo de la pasión,
Recorriendo ese trayecto
Con
la antorcha del amor.
Entonces se darán cuenta
Que una sabia decisión,
Es el mosto que fermenta
Para ser brandy o licor.
De los errores se aprende
Y aquel que diga que no,
Cerrada tiene su mente
O es pobre de corazón.
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