lunes, 3 de mayo de 2021

Los jinetes del apocalipsis "Rima libre"

 

Los jinetes del apocalipsis

 "rima libre"


Apostado en la oriya de este lago solitario

¡Qué lejanas me parecen las estrellas!

¡Y qué cercano el beso ardiente ofrecido en primavera!

Sin embargo, mi corazón parece viejo

Sin el fulgor de las horquillas que recogían tus cabellos.

Nuestros sueños felices un día se realizaron

Y en el extenso trigal  quedaron consagrados.

Ahora, sólo quedan los espectros del amoroso legado,

Que, como presa a punto de desbordar,

Apuñala  las fronteras de la carne viva.

Te amaba como se ama el árbol,

Desde sus raíces más profundas, 

Hasta la más alta de sus ramas,

Mientras el eco lejano del cuclillo

Adormecía la higuera en cuya  sombra nos abrazábamos;

Reviviendo la tormenta que el cielo preconiza.

Ya sólo quedan los guijarros que el tiempo ha embadurnado

Y el  hollín que resbala ante el ojo brillante del sol;

Las palabras y los pasos se han detenido,

Ante un sábado de Cuaresma que nos insta a callar,

Extendiendo su paz como lo hace la llovizna sobre el heno

Y  las mariposas de lunares lo hace sobre las flores.

Hoy el aire es más espeso, y las manzanas obscenas

Cuelgan como velas de un mástil iluminadas por el crepúsculo;

Quizá profetizando un discurso de labios amoratados,

Los cuales, presienten la muerte del alcaudón,

Y las mujeres apasionadas uncidas con el aceite del gozo,

Acaban huyendo como cebras asustadas

Del sanguinario león que sobre su trono de sueños,

Suspira por la rallada belleza de unos  ojos verdes

Para acabar  bebiendo las babas desprendida de la tormenta.

La puerta que se abrió quiere cerrarse.

¡Odio la muerte! ¡Pero la muerte, ahí está!

Pues su llama perenne no puede ser extinguida,

Y los aplausos, son sueños presuntuosos buscando el más allá;

Ese lugar donde cayó la flecha de la razón

Y donde la juventud impetuosa, 

Buscó con delirio su grandeza;

Para acabar siendo devorada por la polilla asesina del tiempo,

Al igual que acaban los sueños de los poetas románticos.

Un lugar entre la tierra brumosa y el cielo,

Donde el vano viento que ordenaba luchar,

Te despoja del alma y entrega el  negro carruaje

Arrastrado por los jinetes del apocalipsis.

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