Sin
el calor de mi amada
“Rima
libre”
Sin el calor de la amada mía, hoy
distante,
La ciudad oscurece de forma prematura;
El humo de los coches, generan una
lluvia de nubes lilas,
Las cuales, se estancan en mis
párpados
Como si se retiraran para disfrutar de
su último exilio.
Los setos de los jardines recién
recortados
Dan armonía a las penumbras de olvido,
Mientras que los fulgores escarlatas
de la luna
Se extravían por las veredas de sus
angostos laberintos.
Mi corazón solitario se embadurna de
deseos carnales;
Pero sólo bebo el cóctel de la obscena
lujuria
Que se enciende al besar los últimos
rayos del ocaso.
De los bulevares, emanan brisas con sabor a anís,
A la vez que la ilusión se estampa,
Como se estampan contra la pared las rosas
de estuco.
Mi cuaderno de bitácora me indica que:
Mi sirena con ojos de color almendra
Permanece viva bajo la eternidad de
este viernes,
Cuyo léxico, quebrado por la soledad,
Dictamina su ley cosmopolita;
Y mi insomnio se ilumina de ausencia.
La extraño y echo de menos;
Pero las cenizas, crecen en mis puños
Como frágiles pompas de jabón,
Siendo zahorie de la tristeza
absoluta.
El mantel que extendimos en la
adusta campiña
Se hace más pequeño al recordar
La unión de nuestros cuerpos,
Cuyo éxtasis, hizo elevarnos hasta la exosfera
Desde cuyo balcón astral,
Los
humanos parecen hormigas ermitañas
Censurando sus debilidades con su isla de oprobio.
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