Mi
luz, mi guía, mi Dios
Me pregunto: ¿Qué es lo que siento?
¿Qué tengo a mí alrededor?
Veo una silla y me aposento
Aunque sea negro su color.
Me abate el arrobamiento
De un cuerpo que enamoró,
Ahora está en mi pensamiento
Igual que un capullo en flor.
Lo demás lo arrastra el viento
Quedando en alucinación,
Un desierto polvoriento
Con sofocante calor.
Desnudo tengo mi pecho
Sediento mi corazón,
Y quizá por este hecho
Sus latidos son de amor.
Mas si tu oasis encuentro
Impregnado de verdor,
Sería el primer mandamiento
Que habría de cumplir yo.
Besarte sería un deseo,
Amarte mi devoción,
Pues toda tú eres un cielo,
Mi
luz, mi guía, mi Dios.
Como el roció tempranero
Depositado en la flor,
Luce el amor verdadero
Y cual joya es su valor.
Es tu manantial Supremo,
Fuente de la inspiración,
Del primer y último verso
Que de mi alma hoy surgió.
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