Jamás en la vida
Olvidaré tu desprecio;
Cual frío proyectil
Entró en mi pecho.
Muda quedó mi alma,
Triste, sin techo,
Del dicho a hecho
Hay un trecho.
Nada dijiste;
Pero lo hiciste,
Y ahora aprovecho
Para decirte:
Que hay mucho trecho.
La tontería supina
De un momento de gloria,
La pagarás con la espina
Que se grava en la memoria
¡Ojo que estoy al acecho!
¡Y soy hombre insatisfecho!
Al enemigo ni agua;
Y si eres mi enemiga
De todo el pan ni una miga.
Con lo ardiente que yo era
Y ahora soy tolmo que hiela;
No te equivoques,
Hasta el hielo… ¡quema!
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