Llegó
en patera
Creyó Cristo oportuno
Viajar a Europa en patera;
Y se cubrió con harapos
Y tiznó la cara negra.
La humildad, era su escudo,
La cruz, su espada y bandera;
Creyendo ser suficiente
Para que acogida dieran.
Pero al cruzar el estrecho
Con sus aguas traicioneras,
La barca que transportaba
Manó agua por cubierta.
La gente desesperada,
Por ver lejana la tierra,
A Dios y al cielo rogaban
Que un puente les extendieran.
Más no hubo ningún puente,
Ni una mísera escalera,
Sino la lancha motora
Que era de Guardia Costera.
Y sin mirar por sus vidas
De una manera grosera,
De forma intimidatoria
Pidieron diesen la vuelta.
Suponían una amenaza
Que cruzasen la frontera,
Para partirse la espalda
A cambio de unas monedas.
La barca ya medio hundida
Por el furor de las crestas,
Y conforme al mar caían
La gente quedaba muerta.
No hemos podido hacer nada,
Decía al otro día la prensa,
La culpa es de las mafias
Trafican con hambre y guerra.
Sólo un hombre se salvó
Porque se agarró a la cuerda,
Lanzada por un pescador
Cundo a puerto iba de vuelta.
Una cruz llevaba en la mano
De baobab por más señas,
De origen subsahariano
Y es Él, quien todo esto cuenta.
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