jueves, 12 de diciembre de 2019

Donde hay humildad




 
Donde hay humildad

 

Dos pastores corrían hasta un árbol,

Buscando refugio de un gran nubarrón;

Cuando de repente, les cayó un rayo,

Y a uno de ellos, lo electrocutó.

Pese aquel mortal impacto, el otro,

Por Gloria Divina, intacto quedó;

Pues tatuada llevaba en su pecho

La Sagrada imagen de Nuestro Señor.

Y ahora quiero a ti recordarte

La entrada de Cristo en Jerusalén:

No lo hizo en dorada calesa,

Ni en coche de lujo, ni en blanco corcel,

Sino montado  en un burrito

Que era de alquiler.

Para así demostrar,

Que las puertas del cielo se abren

Donde hay humildad.

 

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