sábado, 14 de diciembre de 2019

Rico en dinero, pobre de corazón "Poema ejemplar"


Rico en dinero
Pobre en corazón
"Poema ejemplar"

 

A las puertas de un rico avariento

Un niño mendigo limosna pidió;

Pero en vez de darle la limosna

El rico avariento lo menospreció.

El mendigo se puso muy serio,

Y en su misma cara le recriminó:

"Quien no atiende a la mano extendida

Vivirá el resto de la vida con la maldición.

Pues el hombre, no es humano

 Si no tiene corazón;

Por no  ayudar a  su hermano

Cuando éste lo precisó.

No habrá dinero bastante

Para tus males  curar;

Pues quien se aferra al dinero;

Pierde todo lo demás.

Un día llamarás a mi puerta,

Y entonces le atenderé yo;

Pues aunque no se lo crea,

Soy muy distinto de vos. "

Tras descomunal  carcajada

 La puerta,  con llave  cerró,

El mendigo llamó a otra puerta

Que con placer, lo acogió.

¿Y con el rico qué pasó?

Que desde aquel mismo día

todo le fue de mal en peor;

La fortuna de que presumía

Toda entera la gastó.

No en comilonas, ni en juergas,

Ni en apuestas de salón,

Sino en pastillas y  hierbas

Que al final nada curó.

Más  pasados unos años

A sus oídos llegó,

La fama de un hombre sabio

Convertido en Gran Doctor;

Pues por lo visto curaba

Los males del corazón.

En vísperas de la Navidad,

Ya entrampado y sin honor,

Decidió hacer una visita

Al afamado doctor.

La consulta estaba cerrada;

Pero comenzó a llamar,

Le dolían todas entrañas

Con un dolor infernal.

Tras unos segundos de espera

Sonriente abrió el doctor,

Dígame lo que le pasa

Para así curarlo yo.

La comida me atraganta,

A nada encuentro sabor;

En mis sueños hay borrascas, 

Vientos de infierno y  traición.

He perdido mi dinero

Mi rango y  mi posición,

Y nadie logra quitarme

El peso del corazón.

Y después de varios rezos

Y un mejunje que le dio,

Aquel hombre fue curado

Como por Gracia de Dios.

Y si  preguntas amigo

Quién era ese Gran Doctor;

No era otro que el mendigo

Que le echó la maldición.

 

 

 

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