La sombra
de un malasombra
La sombra de un malasombra
Un día abandonó el cuerpo,
Y hoy aún vaga
por las calles
Expandiendo sus efectos.
“Conmigo estuvo la sombra”
Dijo un vulgar pordiosero,
La mía muy lejos llevó
Volando cual crespón negro.
En las calles solitarias
Cuando reinan los silencios,
Hay unas sombras chinescas
Que propagan miedos tétricos.
A los niños les asusta,
Los mira frunciendo el ceño,
Y entre sus ojos llorosos
La sombra extiende sus miedos.
A veces convierte en gato,
De pelo largo y mugriento;
Sus maullidos son quebrantos
Que vuelan como murciélagos.
Dicen que esos maullidos
Provienen del mismo infierno,
Que son ecos de las víctimas
Quemándose en fuego Eterno.
También algunos afirman
Que vienen del cementerio,
Donde hay una cripta negra
Con el nombre de Demetrio;
Un consagrado ladrón
Que se apoderó del pueblo,
A base de trucos viles
Que nadie puso remedio.
Demetrio murió al garrote
Cortándole así el aliento,
Mas sus últimas palabras
Fue decir: “No me arrepiento”
No hay comentarios:
Publicar un comentario