El bandolero
Dispuestos a elegir,
La próxima vez que nazca,
Querría ser muy diferente a lo que en esta vida soy;
Pues debido a los continuos desengaños
Y a la realidad palpable,
Pienso que sería sabia decisión ser por ejemplo:
Un bandolero;
¡Pero no cualquier bandolero que robaba en los caminos
Y que generalmente sus presas eran los ricos!
¡Eso ya está anticuado, y en los caminos se traga
mucho polvo!
Mi bandolerismo, sería la de pertenecer a los fondos
buitre,
A los directivos de alguna entidad bancaria, o
fuentes de energía,
Ser un corrupto de algún partido político en boga
Para joder más
y mejor al prójimo.
Y encima, me reiría del dolor de los demás
Con toda mi cara de bandolero bueno.
¿Y qué es lo que hace un moderno bandolero?
Fundamentalmente presumir.
Presumir de conducir coches con precios de
escándalo,
Mansiones que se podría jugar hasta el escondite,
Yates que por su tamaño quedan pequeños a los
océanos,
Organizar fiestas donde las prostitutas se descargan
con volquetes,
Practicar la evasión fiscal en paraísos fiscales
Para no pagar impuestos en su país de origen,
Y limpiarse
el culo con los emblemas de su bandera.
En definitiva, sería el rey, el puto amo.
En suma, un vividor, y un viva la virgen
Al que todos quieren copiar.
¡Ah, que eso está mal!
¡Pues es lo que hacen los que están en la cima de la alta sociedad!
Seguro que el día que se mueran
Se podrá decir que nacieron para reírse del mundo;
Y no como el aquí presente,
Que nació para que el mundo se riera de él.
¿Cómo? ¿Qué
Dios los castigará de alguna manera?
¡Pues ya está tardando! ¿No crees?
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