Mis
temores
Temo ser un condenado
A vivir siempre en el amanecer,
Huyendo del destino que me atrapa.
Temo a ser abofeteado por las palabras,
Temo que mi sangre pierda su tibieza,
Temo a volar hasta el infinito,
Temo acabar siendo espuma de olas de mar,
Temo ser hipnotizado por el gran ojo del sol,
Temo a desnudarme para no dejar al descubierto mis
heridas,
Temo a estrellarme contra estrellas sin brillo,
Temo a tomar partido de una sentencia injusta,
Temo a ser la última gota ¡la maldita gota!
Esa que acaba por desbordar el vaso;
Temo a ser espectro lleno de maldiciones;
Temo al invierno que da su perenne sombra.
La vida me hunde en su lodo
Impidiéndome avanzar.
Vivo en tiempos difíciles,
El nubarrón es mi aliado,
Los monstruos blancos sujetan mis manos,
La gravedad de la tierra no perdona
Y sus precipicios me arrojan al vacío.
Procuro no pestañear
Para no dar signos de nerviosismo;
Pero la mañana se traga al sol
Y me condena al olvido;
Mi bilis y el cigarro,
Forman un
círculo vicioso.
¡Tengo demasiado miedo!
Miedo a que
el cigarro se vuelva colilla
Y me consuma
a su par,
Miedo a que el encendedor acabe su gas,
Temo que la tinta del bolígrafo
Se me acabe a
mitad de frase:
"Por mi libertad"
Temo que la mariposa azul
No encuentre su flor de cristal,
Tengo miedo a ser rehén de mis miedos,
Miedo a que mi estómago pierda la memoria,
Como se olvidó el dinero de mi bolsillo;
Miedo al lazo sobre mi cuello,
Miedo a abrir
el sobre y...¡encontrar mi esquela!
Miedo a sentirme como un rey
Por culpa de los juramentos falsos,
Temo a ser abatido como una ánade
Sin tener opción a defenderme o preguntar por qué.
En suma, tengo miedo a pedir socorro
Por temor no a que nadie me escuche,
Sino a que nadie quiera acudir
A mi llamada de auxilio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario