La
luz que da sentido a mi vida
Mirando las constelaciones
Las asemejo a tus ojos:
Luceros impenetrables llenos de misterios.
Tu alma se desnuda
Cuando estalla la tormenta,
Entonces se para el reloj
Hasta adormecer
la primavera.
En el dosel de los árboles
Aparece el
pajarillo de dulce canto,
Que atraviesa la médula
Recordándome el incienso
Que bordean tus labios,
Y en fugitivo mensaje
Me hace soñar con tus besos.
Mi ánimo se excita
Ante tan singular capricho.
Pese a no conocer tu nombre,
Mi corazón humilde
Atrapa al fantasma evocador
Dilatando el
espacio
Y bajo tus cálidas alas me refugio,
Como si fuesen las ramas colgantes del sauce llorón
Cuya sombra irisada por los destellos de tu luz
Anula nuestras pequeñas diferencias.
Me dejo llevar por mi ingenuidad
Y el camino estrecho se ensancha
Rindiendo homenaje
A mi vida enamorada.
Deseo morir soñando
Y caminando a pasos cortos llegar hasta el final.
Ya sé que existen las garras
Y por tanto los zarpazos,
Los llantos, la ira, las sentencias;
Por eso digo que es imbatible
El amor que por ti siento desde el primer día
En que vi tus ojos verdes,
Brillando como
esmeraldas bajo el sol del mediodía.
Tus iris inundaron mi alma de sueños
Para seguir recorriendo tú camino.
Mi espíritu se puso a tu altura
Aunque mis ojos,
No llegaban a
la altura de tus hombros
Por temor a sobrepasarte
¡Sería imposible!
Pero de momento,
Me conformo con mirarte desde abajo
Para ser iluminado por tu luz,
Aunque deba permanecer a tu sombra;
Pues aún estando bajo ella,
Soy más feliz
que lo que era antes de conocerte.
Tu alma es el centro de mi vida
Por ti estoy lleno de gloria,
Reconozco que nací para quererte
Pues tu amor es mi fin y mi única meta,
Ya que tu luz interior
Es la luz que da sentido a mi vida.
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