Mi
prisma de hombre
Gracias a la procreación nací hombre,
Me satisface ser hombre,
De su valor
siento orgullo;
Mi
prisma es de hombre,
Sin embargo, no soy narcisista,
No adoro mi cuerpo,
Ni mi inteligencia,
Ni mi fuerza,
O todo rasgo que indique que soy hombre.
Adoro a la mujer
Por su feminidad altruista,
Su cuerpo creativo,
Su
inteligencia práctica,
Su temido genio,
Su instinto vengativo,
“Su Ley.”
La mujer elige a su hombre,
E indica el camino a seguir,
Dictamina de
qué se puede hablar
Y lo que se debe de callar;
Pues el hombre,
Por su instinto cainita
Le faltó el
tiempo para eliminar a su hermano,
Porque de ese
modo pensó
Que se igualaría más a Dios.
Los hombres somos prepotentes,
Unos avariciosos,
Aunque estemos ahogando en la abundancia
Aún deseamos más,
La codicia nos corroe, nos supera,
Y nos enmarca;
La patria, y la bandera
Sólo son un medio para alcanzar nuestros fines;
Después, la patria y la bandera
Se convierten en nubes
Movidas por el viento de los deseos.
En definitiva: humo y vapor.
La mujer es la resta que suma,
La que apaga nuestros ardores,
La que derrite nuestros hielos
Para que se convierta en fuente
O río, a veces proceloso.
Los hombres podemos estar solos
O rodeados de sombras;
Pero es la
mujer la encargada
De materializar nuestros sueños,
Para que se hagan viva realidad;
Pues los sueños de los hombres
Tiene forma de mujer divina,
La que siempre te atrapa
Con el fulgor de su sonrisa,
El espejo donde se refleja el Paraíso,
Donde se encuentra la fruta macerada en su jugo.
Nunca los leones
Convivirán con las gacelas amistosamente;
Eso son cuentos infantiles,
Y algunos, por suerte o desgracia,
Esa etapa la dejamos muy atrás.
Un hombre maduro ya ha visto muchas cosas,
Ha sufrido fuertes desengaños,
Tropezado infinidad de veces
En la piedra dura, filosa, y cruel.
La piedra no tiene memoria,
Y siempre está en medio del camino;
Aunque haya quienes piensan
Que es precisamente la mujer
La que se anticipó a colocarlas de forma estratégica
Para confundir el avance de nuestros pasos;
Pero milagrosamente avanzamos
Porque la vida avanza a paso de lobo,
Siempre riéndose de nosotros
Seguramente que intuyendo
Que cada paso que se da
Es un paso menos que falta
Para llegar al yerto túmulo
Donde quedarán encerrados
Todos nuestros proyectos
Con sus irónicas esperanzas.
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