lunes, 13 de marzo de 2023

Mi prisma de hombre

 

Mi prisma de hombre

 


Gracias a la procreación nací hombre,

 Me satisface ser hombre,

De su valor  siento orgullo;

Mi prisma es de hombre,

Sin embargo, no soy narcisista,

No adoro mi cuerpo,

Ni mi inteligencia,

Ni mi fuerza,

O todo rasgo que indique que soy  hombre.

Adoro a la mujer

Por su feminidad altruista,

Su cuerpo creativo,

 Su inteligencia práctica,

Su temido genio,

Su instinto vengativo,

“Su Ley.”

La mujer elige a su hombre,

E indica el camino a seguir,

Dictamina  de qué se puede hablar

Y lo que se debe de callar;

Pues el hombre,

Por su instinto cainita

Le faltó el  tiempo para eliminar a su hermano,

Porque de ese  modo pensó

Que se igualaría más a Dios.

Los hombres somos  prepotentes,

Unos avariciosos,

Aunque  estemos ahogando  en la abundancia

Aún deseamos más,

La codicia nos corroe, nos supera,

Y nos enmarca;

La patria, y la bandera

Sólo son  un medio para alcanzar nuestros fines;

Después, la patria y la bandera

 Se convierten  en nubes

Movidas por el viento de los deseos.

En definitiva: humo y vapor.

La mujer es la resta que suma,

La que apaga nuestros ardores,

La que derrite nuestros hielos

Para que se convierta en fuente

O río, a veces proceloso.

Los hombres podemos estar solos

O rodeados de sombras;

Pero es  la mujer la encargada

De materializar nuestros sueños,

Para que se hagan viva realidad;

Pues los sueños de los hombres

Tiene forma de mujer divina,

La que siempre te atrapa

Con el fulgor de su sonrisa,

El espejo donde se refleja el Paraíso,

Donde se encuentra la fruta macerada en su jugo.

Nunca los leones

Convivirán con las gacelas amistosamente;

Eso son cuentos infantiles,

Y algunos, por suerte o desgracia,

Esa etapa la dejamos muy atrás.

Un hombre maduro ya ha visto muchas cosas,

Ha sufrido fuertes desengaños,

Tropezado infinidad de veces

En la piedra dura, filosa, y  cruel.

La piedra no tiene memoria,

Y siempre está en medio del camino;

Aunque haya quienes piensan

Que es precisamente la mujer

La que se anticipó a colocarlas de forma estratégica

Para confundir el avance de nuestros pasos;

Pero milagrosamente avanzamos

Porque la vida avanza a paso de lobo,

Siempre riéndose de nosotros

Seguramente que intuyendo

Que cada paso que se da

Es un paso menos que falta

Para llegar al yerto túmulo

Donde quedarán encerrados

Todos nuestros proyectos

Con sus irónicas esperanzas.

 

 

 

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