sábado, 30 de abril de 2022

Vislumbrando nuestra meta final II

 

Vislumbrando nuestra meta final

 II


 

El planeta roído por el ratón de campo,

Nos lleva hasta la oscura zarza

Donde los monstruos emergen de sus ciénagas,

Para enterrar a los hombres en su valle de silencio.

El problema es que cuando llega ese momento

No queda nadie para poderlo enterrar

Porque los vagones de los trenes viajan vacíos

Recorriendo las estaciones sin pasajero alguno;

Porque todos se quedaron dormidos

En el oscuro túnel de las tinieblas del alma.

Entonces, ya nada hay que pensar;

Las promesas de amor se vacían en los arroyos;

Y los arroyos, vierten sus sueños febriles

 En el mar de la contemplación;

Quedando un vacío mental, de esperanza y de fe;

Pues los relámpagos invernales

Indican el grado de agonía,

En el jardín donde todo nace

Y todo muere al mismo tiempo.

Hay un tiempo para la noche

Y un tiempo para la estrella;

Hay un tiempo para adorar a los dioses

Y otro tiempo para las pompas fúnebres;

Un tiempo para odiar las olas

Y otro, para oírlas estallar con los rugidos del mar,

Donde flotan los náufragos como peces hinchados

Destrozados por su otoño abisal,  

 Sin dar cabida a las plegarias o  los rezos,

Pues el sufrimiento, es ajeno a los errores

Que se puedan cometer a lo largo del tiempo.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario