El sueño muere
y después renace
Hace tiempo que no sé nada de ti,
Nuestros mundos giran de un modo diferente;
Pero estamos obligados a vivir así
Aunque el dolor nos persiga eternamente.
Es posible que busquemos otro cielo de alegría,
Esa frontera de alambradas hecha carne,
El tiempo robó la flor que enardecía
Y su sabia ya se ha convertido en negra sangre.
Mi pañuelo está empapado por las lágrimas
Palideciendo mi tímido semblante,
Pese a ello, una fuerza poderosa hay en mi alma
Indicando que el sueño muere y después renace.
Al cerrar los ojos te veo igual que antes
Esa alegría permanece viva en mi corazón,
La lejanía no podrá impedir que siga amándote
Por las exigencias de mi buen Dios.
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