Eres
tú la dulce tarta
Compiten tu amor almas madrugadoras
De haber quien tiene la mano más
ancha,
Para regalarte el clavel que bien
adoras
Y que en tu reputación no deja mancha.
No se puede ser mercader de soles
Ni pastelero en la corpórea y fugaz
vida,
Si hay una rapaz marcando goles
Sin tener defensa alguna que lo
impida.
¿Se puede perseguir a la sombra
Si esa sombra va siempre detrás tuya?
Sólo puedes mirar atrás si el labio
nombra
Comprobando que eres toda una aleluya.
Tú eres esa dulce tarta
Que probar todos querrían,
Mas dispuesta a repartirla
¿Qué parte a mí me darías?
Podría ser un trozo grande
Más bastaría una migaja,
Para que el corazón se ablande
Como arcilla de tinaja.
Si a mí me tocase algo,
Señal que en mí te has fijado,
Y aunque sea poco lo que valgo
Daría este cuento por terminado.
"¡Con qué poco se conforma este hombre!
Total, con una rubia como ésta;
Que no sabe ni siquiera su nombre,
Si come, si ríe, o si echa la siesta."
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