Siluetas
fantasmales
Gótico 2
Dado que soy un fantasma
Dios limita negando mi percepción;
Mi silueta sueña con la bruma cercana,
En las sombras, siento corretear tus besos,
Y tus largos cabellos de azabache
Son orgías cuando acarician mi rostro,
Mostrando sus tinieblas infinitas
Y con su fuerza, mi genio fantasma
Recorre los limbos desiertos.
Tú, eres la fuente donde abrevan mis instintos
Con ese deleite invisible
Que clama mi absurda rebeldía,
Como un herrumbroso sagrario
Donde tenaz se confiesa mi alma.
Me quedo pensando con deseos invisibles
Quizá olvidando que tú, pasaste a la otra vida,
Tras pasar las horas terribles del desprecio,
Perdiéndote en una selva de muros.
Soy un fantasma, una ilusión óptica,
En definitiva, un vaho errante
Buscando tus ojos,
Como la lechuza busca al ratón
Horadando el silencio de la catedral del bosque,
Que pese a sus capiteles luminosos
Se afligen ante el secreto fugaz de las amapolas,
Aletargadas tras su largo invierno.
Ya sobra el púrpura y el oro,
Como sobra el réquiem postrero;
El placer habita en las sombras
Y entre las sombras, te veo y llamo:
¡Ven hoy que estoy despierto,
Mañana, todo será un aburrido sueño
Flotando sobre mi cabecera siluetas fantasmales!