Un
fuego de eternidad
Ya es toda una lástima
Que dos personas que se aman
Vivan separadas tensando la cuerda del recuerdo.
La realidad es que el sueño nunca fructificará
Si se mantienen entre ambos el silencio;
Nos complicamos la vida
Al convertir el sueño en loca pesadilla;
Pues ella, crea un vacío en el alma
Y recorta las alas a los deseos sublimes.
Yo me paso el día pensando en ti
Y sé a ciencia cierta que a ti te pasa también,
Alimentando el estómago con lágrimas vivas;
Ahora me doy cuenta del error:
Quizá tensamos demasiado la cuerda
Hasta despedirnos con su enorme latigazo
Hasta distancias tan lejanas
Que no alcanzaron luego nuestros brazos
Para seguir tocándonos.
Los coches deportivos y demás lujos,
Al fin y al cabo, son objetos materiales
Que pueden acabar en los desguaces o en vertederos;
Sin embargo, el amor sincero es inmortal;
Sólo los reptiles se arrastran por el suelo,
Y sólo las aves poseen alas para conseguir el vuelo.
Hoy deseo volar para estar junto a ti
Y lo único que deseo es que me puedas recibir;
En mi mano llevo un puñado de estrellas
Y en mis labios, sólo la palabra bondad,
Parece mentira; pero el amor a veces llega
No en la primera, sino en la segunda oportunidad.
¡Dame, dámela! Me la debes desde tiempo atrás.
Yo nunca he perdido la esperanza
Y por eso, debo ser fiel a la honestidad.
Tú eres agua
y yo soy fuego,
Un fuego de eternidad;
Y si me pierdes, por no darme otra oportunidad,
No te afanes luego en buscarme,
Me habrás perdido...
Y nunca me encontrarás.
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