miércoles, 4 de mayo de 2022

Eres

 

Eres

 

Eres la mujer del cosmos infinito

Que danza en mis entrañas puras:

Eres racimo de uva

Que  embriaga con la mirada

 E incluso me tortura.

Eres fuego volcánico e hija del sol,

Caoba africana y vasija de barro,

Tu espíritu impetuoso

Comienza en tus poros

Y se alarga hasta los árboles de la selva,

Tus pechos son los girasoles  que ensanchan mi pecho;

Eres la mariposa escarlata

La cordillera de mis días;

Eres mí mayo florido en tierra fértil,

La semilla cuya sabia taladra mi ombligo

Y enraíza en mis entrañas.

Eres mi comienzo, sin aflicción ni lágrimas,

Y yo, te quiero entera,

Porque me embriagas, porque me enredas

Con la habilidad de la  enredadera

 Para trepa por el  añoso roble.

Eres  mi suma, mi todo,

 Mi abismo y mi cielo.

Eres la fuerza motriz por la que vivo

Y estando a tu lado siempre es festivo;

Me da igual si naciente en Jamaica o en Puerto Rico,

Como si naciste en el mismísimo Congo;

Tú eres mi mundo mágico

y así, con este poema, te reconozco.

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