Amor
prestado
Desde el principio,
Supe que tu amor era prestado,
Y que debería devolverlo
El día menos pensado.
Me diste tu mano y la agarré fuerte
Encadenando tus dedos a los míos.
Sentí en mi pecho las sublimes fragancias
De tu flor exótica,
Mientras tú, sonreías de felicidad.
Nos embriagamos de viento y de eternidad,
hasta convertirnos en dos almas gemelas
volando por el espacio etéreo.
Aunque al final, llegó esa nada
Que vacía el alma sin remordimiento;
Mordisqueando el corazón
Que se negaba
a seguir latiendo.
No era el dueño de tu amor
Debía devolverlo;
Quizá todo fue fruto de un sueño,
De un espejismo azul
Engendrado en el desierto de mi mente;
La estrella de mi firmamento
Dejó de brillar transportándome
A la caverna oscura y fría,
Donde las lágrimas forman cauce
Para ir a desembocar en los mares
Del ostracismo y la indiferencia.
Nuestro adiós, fue como una cometa
Que flota en el aire sin cuerdas
De modo que no se puede dirigir,
Como una paloma blanca
Extendiendo sus alas en la ingrávida tarde.
Lo nuestro, tuvo un final triste;
Pero al menos, puedo presumir
De haber tenido tu amor durante un tiempo.
Tú, has de ser mi recuerdo favorito,
Nunca te pediré cuentas,
Y si alguna vez te vuelvo a ver por la calle
Te ofreceré mi mejor saludo,
Te rendiré pleitesía;
Pues tú, serás siempre mi reina
Y la musa que me inspira cada día.
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