Inquietudes de mi mente
Tiempos pasados hubo
Donde, la rojiza luz de la luna
Acunaban las inquietudes de mi mente.
Hoy el viento crepita ante el ojo humano
Herido por la quietud de los sentidos;
Pues las cadenas del oprobio
Infestan las zarzas que crecen
En las tinieblas sepulcrales.
El tiempo cuaja en la mañana
Filtrándose en las ramas del universo
Como una hojita de Eternidad;
Esa delicia tierna que muestra sus afectos
En el mullido lecho.
El tiempo es el doctor que todo lo cura;
Pero jamás se pueden curar las falsas promesas.
Me duelen los ojos al comprobar
Que la memoria es infiel,
Y hace oídos sordos
Ante la carga negativa del dolor.
Me inquietan las dudas
Lanzadas contra el espejo del silencio
Pronosticando
el futuro como grillos;
Las lluvias de colores rasgan las palabras
Y la dulce poesía se convierte en frases
anónimas
Precipitándose al vacío de la indiferencia.
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