Un
insecto enloquecido
Tumbado yo en una hamaca
Viendo un lindo atardecer,
unas sombras muy extrañas
Pasaron con rapidez.
Un abejorro chocaba
contra un amplio ventanal;
La salida no encontraba
Y terco volvía a chocar.
Pena me dio aquel insecto
Y fui a abrirle la ventana,
Para evitarle el tormento
Que en su cabeza causaba.
Luego pensando…, pensando…
Al insecto comparé:
¿No me estará a mí pasando
Lo mismo que con Raquel,
Que siempre me estoy chocando
Con su invisible pared?
¡Quizá porque soy muy poco
Y ni aprecia, ni me ve!
Más si le abrí la ventana
Fue por darle libertad,
Y ella, a mí me la profana
No diciendo la verdad;
Pues para sí se la guarda
Pensando que otros vendrán,
Con collares de esmeraldas
Que en su cuello colgarán.
Estoy loco por su amor,
Y no es amor bendecido,
La evidencia es un clamor
que no soy correspondido.
En cierto modo hoy le estoy
Al insecto agradecido,
Porque ahora sé quien soy
Un insecto... enloquecido.
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