miércoles, 25 de agosto de 2021

¿Es posible haber vivido otras vidas? "Rima libre"

 

¿Es posible haber

vivido otras vidas?

"Rima libre"


 

A veces, mis sueños se repiten:

Viajo a lugares que ya he estado,

Siéndome familiares los rostros que veo

Y las actividades que realizo por curiosas  parezcan

Ya las he hecho con anterioridad.

¿Es posible haber vivido otras vidas?

¡Sin embargo, no recuerdo haber muerto!

¿Pero a caso la muerte puede recordarse?

¿No es cómo una especie de anestesia total,

Que al recobrar el conocimiento

Lo único que percibes son mareos y náuseas?

Ese atolondramiento de tiovivo puede durar días.

Y en lo único que reparas es en el dolor que sientes

Provocado seguramente por la reparación

De esos huesos rotos, esos órganos, esas arterias,

Esas vísceras… que tuvieron que manipular

 los cirujanos para restaurar el daño.

En mis sueños, he estado en guerras

Empuñando filosas espadas o rifles de repetición.

Aunque nunca supe  por qué luchaba

Ni quiénes eran mis enemigos.



Era una batalla en la que todos,

Luchábamos contra todos.

Y nunca, se producía una victoria.

¿Acaso porque quizás, en esas situaciones

Todos estábamos derrotados de antemano?

Se lucha por luchar; Un juego pervertido

Donde afloran nuestros instintos cainitas,

Donde no tienes tiempo de hablar para preguntar:

¿Por qué  diablos dicho enfrentamiento?

Sólo obedeces órdenes, y ellos, “los supuestos enemigos” 

Supongo que estarán en ese campo de batalla

Obedeciendo otras órdenes.

¿Pero quiénes dan esas órdenes...?

Todos vamos uniformados de igual  manera,

Nuestras guerreras van manchadas de barro y  sangre;

Pero al menos yo, nunca vi nítidamente

El rostro de mi supuesto enemigo.

Aunque se oían los gritos que profanaban

Enardeciéndolos para la encarnizada lucha.

Quizá también, algunos gestos

Acuñados en su cara de furia.

Ese guerrero, ese soldado…

Perfectamente podría ser un pariente,

Un vecino, o un compañero de los juegos infantiles.

Pero ahí, se presentan difuminados con una sombra azul,

Sin saber bien si esas sombras

Son provenientes de los nubarrones que oscurecen el cielo.


Quizá, con ese fulgor etéreo, se santigüen unos héroes

Que lo único que han perseguido en su vida sea un amor.

Y ese amor, es lo que les incita

 a luchar contra diestro y siniestro.

Más cuando se ven rodeados o  desbordados,

La forma que tienen de esquivar el peligro, es volar

Como si fuesen majestuosas águilas reales 

Buscando las luminiscencias de su crepúsculo.

Al día siguiente, esas mismas personas pasan a tu lado,

Te dicen adiós y siguen su camino,

Como si con anterioridad, no hubiese ocurrido nada.

¿Todo esto ha qué es debido?

¿Serán en realidad nuestras almas

las que constantemente luchan,

para buscar las respuestas de una verdad

quizá camuflada entre los arreboles del cielo?

Dicen que la verdad y la mentira

Viaja con cada uno de nosotros:

Y cuando la realidad supera  a la ficción,

Sólo queda un bosque de árboles petrificados

Donde parece estar enterrados por su tronco,

Carente de ramas y demás follaje,



Como si fuesen postes de telégrafos sin hilos,

Donde por más que nos desgañitemos,

 Es totalmente imposible mandar mensaje alguno

Para que alguien pueda venir en nuestro auxilio.

Quizá, los hombres, sólo seamos eso:

Unos postes anclados a la tierra,

Incapaces de dar ningún agradable fruto.

Y mucho menos, el encontrar los deslumbrantes destellos

Que nos guíen a encontrar el laurel de  una  victoria.

 

 

 

 

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