El
fulgor del dinero
No se puede luchar con una lanza
Contra un rifle o un cañón;
Siempre pierde aquel que ama
Ofreciendo sólo su corazón.
Con este sencillo ejemplo
Se entiende lo que a mí pasó,
Que fui a pecho descubierto
A conquistar un amor.
Ya puede ser un estúpido
Y más feo que un limón,
Porque el maldito dinero
Es su rifle y su cañón.
Y la mujer embrujada
Por el lujo que soñó,
Fácilmente es atrapada
Por el oro y su fulgor.
Con una falsa promesa
Ella de mí despidió,
¡Mas cual sería mi sorpresa
Al ver que no la cumplió!
Se había metido en su círculo
Su fortuna la embriagó,
Y fue más fuerte ese vínculo
Que el lazo azul de mi amor.
Pasados cincuenta años
Dice que se equivocó,
Que todo fue un vil engaño
Y desea enmendar su error.
Yo me pregunto: ¿Qué hago?
¿Voy volando cual halcón,
Para tenerla a mi lado
El tiempo que quiera Dios?
Yo ya he rehecho mi vida,
Hay gente a mí alrededor,
Ella es brasa ya extinguida
Y mi fuego, se apagó.
Estas cosas aún suceden
Por culpa de la ambición,
Y María de las Mercedes,
Su dulce cebo picó.
La pregunta aquí sería:
¿Fue más feliz ella que yo?
La vida es una mentira
Si ves próximo un adiós.
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