Con
el Nuevo Año
Pasarán los días viejos
Y llegará el Nuevo Año;
Entonces quedarán lejos
Los besos que ambos nos damos.
Con la ilusión renovada,
Forjaremos otros retos;
Pues cuando un sueño acaba
Llegan otros más excelsos.
Sólo hay que vivir la vida
Gozando cada momento;
Sin que nadie te lo impida
O imponga su mandamiento.
La blanca estela de Enero,
Ha de ser páramo en flor,
Donde nadie es prisionero
Si renace un nuevo amor.
Y al llegar la primavera
Con primorosa eclosión,
Buscaremos la manera
Para avivar la pasión.
Pues es lo bueno que tiene
El sarmiento de la vida,
Que después que se detiene
Florece con savia viva.
Luego al llegar el verano,
Cuando el sol está más cerca,
Cogeremos de la mano
Buscando la sombra fresca.
Quizá en las añosas hayas
O en los robles de la sierra,
Donde libre vuela el águila
Y las vacas se apacientan.
Más cuando llegue el otoño,
Y caigan las hojas muertas;
Es posible que un retoño
Camine en la senda nuestra.
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