sábado, 30 de noviembre de 2019

Te amo


Te amo

Dime, tierno corazón:

¿Por qué de mí te apartas?

¿Quizás leíste otras cartas?

¿Quizás oíste otra voz? 

Y al declararte su amor

En   pecho se cernía

La congoja, la agonía,

Y el puñal de la traición. 

Aquella dorada espiga

Y la gloria, a mi me falta,

Ahora la espina se ensarta

Pensando en ti virgen mía.  

La vista entonces se abstrae,

No importa ser  feo o hermoso,

 Ser hombre espuma o rocoso

Cuando el  látigo la piel contrae. 

El ojo grácil y angélico

Huye del infierno en llamas;

Más cada vez que me llamas

Siempre hasta ti  me acerco. 

El viento enmascara el nudo

Hecho con mi arrobamiento;

Cual hoja que  azota el viento

Dejando al árbol desnudo. 

La noche cristaliza e ilumina

La arena de la  remota duna,

Cual losa yerta bajo la luna

Tu mirada, es nieve alpina. 

Verdad o falso es el éter

Que manan de tus labios,

La nube del  desagravio

Se dejó caer en tu suéter. 

La noche extiende su acordeón

Evacuando de su fuelle los rumores,

Que cosecharán otros   autores

hoy ocultos tras su torreón.

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