Busco con la mirada los ecos de otras
vidas;
Personas que se unieron un día con
amor;
Pero tras pasar los años, llegó la
rutina,
Y en el mar de su sangre su barco
naufragó.
Viven juntos por promesas obligadas
Que el viento huraño por las calles
arrastró;
Los aromas pomares viajaron al olvido
Sin encontrar la dicha y el premio del
perdón.
Viven encharcados en noches sin
lluvia,
En silencios de rosas sin ningún calor,
Mientras los crepúsculos desojan sus
pétalos
Dando su despedida con minúsculo adiós.
El frío de los años al final es broma
Que el genial artista en hielo esculpió,
Perdiéndose en su furia y en su
soledad,
¡Y que lejos entonces permanece Dios!
El silencio de inocente espuma
Muestra en mar de fondo su candor;
En la fría alma soplan otros vientos
Y otros horizontes visten de cartón.
El tiempo vuela con alas azules,
Como vuela por el aire el vapor;
La infatigable rueda embebe el viento
Desprendiendo
lágrimas, royendo el
dolor.
Al llegar la noche, sólo hay blancas sábanas
No existen caricias, murió la pasión,
Las muñecas de plástico secan su
frente,
El amor es cual charco que el sol ya secó.
Fuman un cigarro y miran al cielo;
Los días pasan y consume el amor,
Fingen primaveras cuando es crudo
invierno,
Pues tan sólo advierten teatro y
ficción.
Como yesca seca consume en la lumbre;
Así se va la vida y arde el corazón;
Cuando se convierte en costumbre,
Las frías caricias en la habitación.
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