Sigo esperando
Es viernes. Sé que has estado.
Una
fuerza misteriosa me lo indica,
son
ya muchos viernes en letargo
y mi corazón no se lo explica.
¿Tan
mal me he portado contigo?
Yo
creo que no. Tú bien lo sabes.
¿Entonces
por qué este castigo
de
cerrar tu corazón con llave?
Vienes
cuando sabes que no estoy
porque yo vengo temprano.
Es
cuando puedo. Luego me voy.
Así
me lo exige mi trabajo.
Tengo
horario fijo.
Trabajo
lejos.
Tú
en cambio, a cualquier hora
puedes hacerlo.
¿Por
qué entonces te niegas
a
regalarme un minuto de tu tiempo?
Habrá
un día que quizá lo comprenda
y
conozca las razones de tus actos,
entonces
mis ilusiones
se
evaporarán como la niebla
tras
ser abrasadas por los ardientes rayos.
Deseo
ver de nuevo en tus ojos
las fulgurantes estrellas,
para
hacer unos manojos
y
darte la que prefieras.
No
sé si de mí te alejas
o
te estás acercando;
pero
quiero que sepas
que
te sigo esperando.
***
***
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