jueves, 20 de octubre de 2022

El cobrador del frac

 

El cobrador del frac


 

Te hayas perdida en una bruma

Sin ver a nadie que te socorra.

 ¡Qué desesperación!

Ante tus ojos,  

Todo se desmorona como un tolmo de arena.

¿Dónde están ahora tus hijos?

¿Dónde esos amigos cual maniquíes de escaparate?

Ahora, ves sin remedio que nadie te echa en falta.

Tus labios tiemblan,

Las palabras permanecen ahogadas en el alma.

Las puertas se cierran con candados de indiferencia

Por culpa de ese destino que no supiste prever.

¡Sí! sigues siendo una persona;

Pero en la práctica,

Sólo eres una muñeca de papel.

Nadie te quiere;

Porque la gente, ante los problemas huye

Al creer que ya son suficientes sus propios problemas.

Quizá, si fueses capaz de retroceder en el tiempo

Cambiarías algunas cosas,

Algunos hábitos de vida;

Pues ellos, y a la postre,

Son las consecuencias de este presente para ti nefasto.

La indiferencia reina por doquier

Por ser una herbívora

En un mundo rodeado de carnívoros.

A veces, hasta las hienas se sacian,

De ti, ya consumieron  tus mejores bocados,

La carne suculenta y afrodisíaca de la juventud.

Quizá, ha llegado tu hora y no lo sabes,

Te niegas a creerlo;

Pero vivir sin alegría

 Es como morir de forma prematura.

¿Qué fue lo que sembraste?

¿Malas hierbas y espinosos cardos?

De ser así, llegó el momento de ingerir sus espinas.

Quizá fue por culpa de una sociedad ambigua.

O quizá porque en su momento

Nadie te supo guiar por el sendero de la luz.

La vida pasa; pero  el cobrador del frac

Te recuerda  sus facturas.

Ante esta situación aparece la niebla

La cual, te impide ver la florida primavera.

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