viernes, 28 de octubre de 2022

Reflexiones En un día nublado

 

Reflexiones

 En un día nublado


En el mundo que vivimos

Hay quienes merecen  la pena;

Más las hay, que dan pena.

Aquellas que tienen el vendito don

Son dignas de admiración;

Las otras, son como una sombra

Paseando sus debilidades

Sabiendo que a nadie atrae.

¿Pero quién tiene la culpa?

Sin duda los culpables son aquellos ojos

Que criban lo bonito y lo horrendo.

Aunque es posible que, ellos, no lo crean así.

Esa decisión le viene dada

En el momento que forjaron sus instintos,

Luego si esos instintos son heredados

En realidad, o al menos de una manera muy directa,

Es debida  a ese ser superior que tiene la facultad

De dar y quitar, escribir y borrar.

De ahí que se diga que el mudo está muy mal repartido.

Belleza, simpatía, gracia, talento, voz…

Esos dones son los culpables del acaparamiento,

Bien sea de voluptuosidades

Para acabar en la única verdad material,

El dinero, capaz de mover y remover 

 Los cimientos de la conciencia.

A fin de cuentas, el dinero es el encargado

De comprar voluntades y favoritismos.

Creo que hasta la persona más horrible

Si tiene el amparo del dinero

Se vuelve guapo e interesante.

Toda una mentira encerrada en un joyel,

Pero que hace deslumbrar y cambiar de pareceres.

Hoy día se puede ser más bello, más alto, más saludable;

Tus manos pueden ser horribles,

Pero aderezada con un anillo de diamantes

Entonces la cosa cambia y no poco.

Por más que digan que:

Aunque la mona se vista de seda,

Mona se queda;

Pero con diamantes, pasará de ser mona

A ser una auténtica monada;

Porque los humanos solemos confundir

El tocino con la velocidad;

Más pese a nuestra confusión

Abrimos unos ojos como quesos

Si alguien feo, pero con dinero,

Nos mira, o nos saluda,

Y ya no digamos si encima

Nos invita a su lujosa mansión a cenar,

 O a realizar un viaje  a bordo de su deslumbrante yate.

 

jueves, 27 de octubre de 2022

La flor que le fascinaba

 

La flor que le fascinaba

 

Un hombre llamó a la puerta

De la flor que fascinaba,

Pues tenía la sangre ardiente

Y con fuego se expresaba.

Rotunda fue su respuesta:

Dijo que estaba casada,

Dejando así su arrogancia

Por  suelo desparramada.

Se sintió cual chimpancé

Probando bilis amargas,

Pues amargosa es la nuez

Cuando se coge temprana.

Un día caerás al suelo

Dijo dándose importancia,

Y entonces no seré yo

Quien por ti doble la espalda.

Ahora eres fruto divino

Y encuentras en alta rama,

Pero de forma  silente

Pudrirás y serás nada.

 

domingo, 23 de octubre de 2022

Como una ráfaga de viento

 

Como una ráfaga de viento

 

 


Quiero cantar, más no sale la voz,

Deseo reír y  sellan mis labios,

Las pesadillas se repiten

Pensando que el mundo es pequeño.

Tu ausencia es la culpable

De que los horizontes sean lejanos.

El sol brilla de forma tenue

Y el afectivo aliento desaparece.

En la hoya a presión de mi vida

Los problemas se cuecen a fuego lento,

Tanto que, pese a tener hambre

Sus condimentos se vuelven incomestibles;

Persevero con la paciencia del histrión

Pese  que la burla inunda el alma,

Siendo así, el señalado y ninguneado,

Todo debido a que los reflejos de la luna

Enturbiaron las  aguas de mi destino.

Parecía tenerla tan cerca que osé tocarla;

Pero la linfa se hundió ante el peso de mi mano,

Transformando mis deseos

En hojarasca pudriéndose en otoño,

 Como lo hace un cadáver bajo el sol.

Las intrigas y pasiones

Se retuercen como savias enredaderas,

Quizá buscando la cumbre de un cielo

A sabiendas que nunca lo logrará.

Siento y padezco en mi isla solitaria

Desesperado de ver que nadie viene en mí auxilio.

Parece como si todo el mapa de mis sentimientos

Hubiese sido  borrado de un plumazo;

Soy un sonámbulo vagabundeando

Por  bulevares iluminados con  neón.

¡Si quieres, paga!

De lo contrario ¡sufre!

Porque la cálida mano se escurrió  entre los dedos

Y ya, no la volveré a sentir,

Pues pasó  de mi vida

Como pasa una ráfaga de viento.

 

jueves, 20 de octubre de 2022

El cobrador del frac

 

El cobrador del frac


 

Te hayas perdida en una bruma

Sin ver a nadie que te socorra.

 ¡Qué desesperación!

Ante tus ojos,  

Todo se desmorona como un tolmo de arena.

¿Dónde están ahora tus hijos?

¿Dónde esos amigos cual maniquíes de escaparate?

Ahora, ves sin remedio que nadie te echa en falta.

Tus labios tiemblan,

Las palabras permanecen ahogadas en el alma.

Las puertas se cierran con candados de indiferencia

Por culpa de ese destino que no supiste prever.

¡Sí! sigues siendo una persona;

Pero en la práctica,

Sólo eres una muñeca de papel.

Nadie te quiere;

Porque la gente, ante los problemas huye

Al creer que ya son suficientes sus propios problemas.

Quizá, si fueses capaz de retroceder en el tiempo

Cambiarías algunas cosas,

Algunos hábitos de vida;

Pues ellos, y a la postre,

Son las consecuencias de este presente para ti nefasto.

La indiferencia reina por doquier

Por ser una herbívora

En un mundo rodeado de carnívoros.

A veces, hasta las hienas se sacian,

De ti, ya consumieron  tus mejores bocados,

La carne suculenta y afrodisíaca de la juventud.

Quizá, ha llegado tu hora y no lo sabes,

Te niegas a creerlo;

Pero vivir sin alegría

 Es como morir de forma prematura.

¿Qué fue lo que sembraste?

¿Malas hierbas y espinosos cardos?

De ser así, llegó el momento de ingerir sus espinas.

Quizá fue por culpa de una sociedad ambigua.

O quizá porque en su momento

Nadie te supo guiar por el sendero de la luz.

La vida pasa; pero  el cobrador del frac

Te recuerda  sus facturas.

Ante esta situación aparece la niebla

La cual, te impide ver la florida primavera.

martes, 18 de octubre de 2022

Aunque fue un hola y adiós

 

Aunque fue un hola y adiós


 

Aunque fue un hola y adiós,

Ello confortó mi alma;

Tenía herido el corazón

Pues el saludo negabas.

Fue tal la sorpresa mía

Que me quedé sin palabras;

Más mis ojos te seguían

Aunque tú no lo apreciaras.

He pensado muchas veces

Lejos y dentro de casa,

De cómo volver a verte

Y decir que te hecho en falta.

El viento de tempestad

 Hizo entumecer mis alas,

Y ahora vuelo en ancho mar

Cual gaviota esperanzada.

 

 

viernes, 14 de octubre de 2022

La venganza "Corrido"

 

"Corrido"

La venganza

 

La bala que  entró en mi cuerpo

Iba hacia ti  dirigida;

Pero yo, ante ella interpuse

Para proteger tu vida.

El hombre que disparó

Aquella bala furtiva,

No sabía que eras la flor

Del ramo por mí elegida.

Una vez recuperado

Pedí justicia divina;

Pero al no ser escuchado

Me armé con mi carabina.

Entonces seguí sus pasos

Que a Sierra Madre dirigía,

Y entremedio  unos peñascos

vi mi promesa cumplía.

Allí devolví la bala

 Del calibre que  debía,

Desgarrándole la cara 

por aquella justa porfía.

Allí lo dejé  a merced

de las aves de carroña,

que se darían un festín

al menos por  una hora.

Ahora todo lo cuento

como cosa que no es mía,

pues ese día sopló el viento

Y yo canté de alegría.

¡Viva mi país florido!

¡Viva  la mujer  bonita!

¡Y viva también ese  Dios

Que igual da vida que  quita!

 

Cautiva mi amada

 

Cautiva mi amada



Paloma mensajera

Dame tus alas,

Para poder volar

A tierras lejanas.

En ellas se encuentra

Cautiva mi amada,

Pues quiero ir volando

Para rescatarla.

Y si no lo haces

Llévale esta carta

De amores fugaces

Que impregnan el alma.

Ansío sus manos

Tocando la cara,

Y oír sus canciones

Al rayar el alba.

Seguro que entonces

Derrame sus lágrimas,

Más no de tristeza

Sino de añoranzas.

Se la llevó el príncipe

Para desposarla,

Por ser la más bella

De las aldeanas.

El tiene la fuerza

Y yo, la esperanza,

La que no se pierde

Para aquel que ama.

El tiempo detiene

Y luego, se marcha,

En busca de nieve

Y de fría escarcha.

En ella me encuentro

 Sujeto a la mata,

Por ser un vasallo

Dentro de su patria.

Más llegará el día

De la subversión

Y entonces la vida

Tendrá otro color.

Los que están encima

Al suelo caerán,

Y será el vasallo

Quien lo aplastará.

Todos hombres quieren

Pan y libertad,

Y elegir doncella

Con la que casar.

jueves, 13 de octubre de 2022

A pesar de todo ¡Aún te quiero!

 

A pesar de todo 

¡Aún te quiero!

 

Muchas veces me devano la cabeza

Al pensar lo que entre nosotros pudo ser;

Pero al regresar a la cruda realidad

Sólo encuentro lo que sencillamente fue.

Que caminamos por caminos diferentes

No teniendo intersección alguna;

Dando cortos o largos  pasos,

Buscando nuevos objetivos,

Los cuales, están en las antípodas 

De los sublimes sueños.

Cuando  esto me sucede

Sólo veo tinieblas e incertidumbres,

Pues pienso en ti, en tu divino cielo,

Y en como regalaste tu joya

Menospreciando así mis sentimientos.

Realmente en aquella partida

No me acompañó la suerte;

Quizá, porque mi contrincante

Jugó con la ventaja de  llevar entre  sus manos

 las cartas mas poderosas y fuertes.

Para luego, ofrecerte  un cielo de colores

Que, a la postre,

Resultó ser una auténtica baratija

y un ramos de mustias flores.

Pero te deslumbraron los quilates

De ese astro impregnando de falsa ley.

Para vivir y ser feliz en cielo etéreo

No hace falta sostener en las manos algo que quema,

Como no hace falta ser el más rico del cementerio;

Pues la tumba, no hace distinciones,

Así esté el sarcófago recubierto de oro y gemas.

Ahora, es posible que  te corroa el estómago

Tras tus actuaciones equivocadas,

Teniendo la impresión

De que sólo cabe el conformismo en el sarcófago.

De vivir con un viejo que, por su mentalidad,

Ya era anciano  a sus veinte años.

¡Qué pena, cambiar unas manos de terciopelo

Por unos cual guantes de papel de estraza!

La vida tiene estas ironías,

 Tomándonos a los dos el pelo,

Como ironía es gritar al viento

Que, yo, ¡a pesar de todos tus desaires

Te quise y aún te adoro y  quiero!

 

martes, 11 de octubre de 2022

El hombre, es como un árbol de hoja caduca

 El hombre,

 es como un árbol de hoja caduca

 

Ella, es mi ídolo;

La que con otras comparo;

Entonces, me pregunto:

¿Por qué no ha de ser el resto igual que ella?

Si lo fueran, no habría disputas entre los hombres,

Pues todos tendrían a una  Lilith o a una Afrodita.

Lamentablemente, dios es caprichoso

Al otorgar todos los cánones de belleza  a una sola mujer.

Ella no es un sueño, ni  fruto de una alucinación

Por eso, los que tenemos la suerte

De compartir algo de su divina gracia

Nos sentimos superlativamente orgullosos.

Es posible que una belleza tan singular

Surja una vez cada cien años;

Cien años, son muchos para un terrícola

Y es raro el que suele llegar a esa edad,

Y aunque llegue,

Supongo que sus ánimos no se encuentren

Con la llama ardiente del deseo.

Tan sólo podrían lamentarse diciendo:

¡Ojala la hubiese conocido setenta años antes!

Pues entonces, lucharía para obtener sus deleites  y favores.

El hombre, como los viejos árboles,

Hincan sus proyectos en la tierra

Con vigorosas raíces,

Quizá buscando la oscuridad de su ocaso,

Mientras que sus hojas se pintan de amarillo

Como si les hubiese llegado un otoño prematuro,

Adormeciendo su sabia

Con la esperanza de disfrutar de nuevas primaveras,

Cuando los pájaros de vistoso plumaje

Se animan  a hacer sus confortables nidos

En sus frescas y áureas ramas.

Pero el hombre, es un árbol de hoja caduca

Que pierde su esplendor demasiado deprisa.

Afortunado pues aquel que logra sus objetivos

 Al llegar al mediodía de su vida.

Yo, me pregunto:

¿Ese hombre podrá alcanzar el cielo

Cuando ya ha estado en la cumbre del Olimpo?

Los mortales sólo sabemos  lanzar preguntas

 A sabiendas que, hay preguntas que no tienen respuesta.

Sólo cabe el conformismo,

Y si te ha tocado la china,

Al menos, tener la esperanza

De que llegue una primavera más florida,

Aunque sea en otra esfera, o en otra dimensión.

Donde quizá se tenga la fortuna

De hallar un  un paraíso esperándote

Con otras Liliths, u otras  Afroditas.

El amor es un invento de los dioses;

Que para unos pocos,

Es como un suave  y gratificante chaparrón;

Y para la mayoría,   

Un tifón que arrasa con su furia

Los vergeles que el hombre con su mente crea.