“Otra
vez será”
Mientras mi corazón, pierde su ritmo de poeta;
Murió el día y se apoderó de mí la tristeza.
La reina de un enjambre de
avispas caprichosas
Dibujó un quimérico amor que me hace
llorar;
Y aunque tapo mis ojos con un negro antifaz
Ya no volveré a tener paz, ni
primavera,
Hasta que no vea tus ojos en el espejo
de las flores.
Ahora vivimos vidas diferentes, noche
y día,
Porque las palabras, no ligan ni encajan,
Son hojas muertas que se desprenden
del árbol de la vida,
Cayendo al suelo, frío y negro, sin hacer ruido.
El viento que vuela libre no quiere sonreír,
Y la imaginación, es un espíritu
confuso
Que arrasa superlativamente los
razonamientos;
Y no quiero contagiar la angustia de extrañarte.
Seríamos imbéciles si nuestros deseos
coinciden
Y no hacemos nada para satisfacer
nuestras almas.
Desgraciadamente, nunca podremos decir
que:
“Otra vez será”
Sería un sarcasmo.
Pisotear un corazón vacío. Pues
nuestro corazón,
Ya no nos pertenece; Sólo la angustia,
Se hace merecedora de un amor metafísico;
Una locura que abraza al viento con
rabia tóxica.
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