sábado, 3 de agosto de 2019

Para reír un poco


 Para reír un poco

 


Una noche muy oscura,

Cuando más brillaba el sol,

Una manada de cerdos

Posaban de flor en flor.

¡Tan….! ¡Tan…! ¡Tan…!

Ya suenan las catorce

En las campanas sin bronces.

Un viejo de tres meses

Se levanta en calzoncillos

Con las manos en los bolsillos,

Para leer un periódico sin letras

A la luz de un farol apagado.

En el periódico decía:

“Antes prefiero morir

Que perder la vida.”

Un batallón de esqueletos

Sin sus huesos, salen de sus tumbas

Para ver qué leía.

El viejo al verlos,

Salió corriendo despavorido;

Pero cuanto más corría,

Más cerca  a los esqueletos tenía.

De pronto vio una iglesia cerrada

Y para protegerse,

 Se introdujo dentro y se sentó.

En esos momentos, el cura dijo:

Hermanos, oremos.

Y el viejo entendió:

“Hermanos caguemos”

Se bajo los calzoncillos

Y empezó a cagar.

El cura al verlo gritó:

¡¡¡Detengan a ese loco!!!

Pero el viejo entendió

“Que había cagado poco”

Y cagó… y cago tanto,

Que hasta los angelitos de altar

Tuvieron que nadar en mierda.

Los feligreses, se  abalanzaron hacia él

Con la intención de lincharle.

Entonces el viejo,

  No tuvo más remedio que huir.

Pero en su frenética carrera

Tropezó en una piedra plana y se calló.

Y se hizo tanta sangre

Que al ver navegar

 A un frágil barquito de papel, dijo:

¡¡¡Ala, ya estamos en el mar Rojo!!!

  

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